Existen hoteles fantasma capaces de englobar las historias más oscuras del turismo, y el hotel JM es un imán de relatos. Símbolo del boom turístico de la costa de Puerto del Rosario, Alicante o Sevilla donde han dejado historias de auténtico terror donde no han faltado los desalojos, embargos . En el caso de Fuerteventura permanece cerrado desde hace un mes por orden judicial dejando un equipo de siete personas con impagos salariales que superan ya los tres meses pero sin el despido pertinente para que puedan buscar otro trabajo para el sustento de sus familias.
En 2022, el hotel JM se vendía se subastaba por un precio de 4.500.000 euros. El Grupo Jaca resultó ser el comprador por el 50% del precio de salida. Sin embargo, según explicaron en Onda Fuerteventura los trabajadores damnificados nunca estuvieron al tanto de esa operación puesto que mantenían sus trabajos y recibían los salarios del mismo grupo empresarial que explotó durante 20 años este establecimiento, JM Hoteles Explotaciones del Puerto del Rosario S.L.
Desde hace tres meses la empresa no cumple la contraparte básica de todo contrato, pagar el salario por el trabajo realizado. Para reclamar su sueldo, los tribunales suelen exigir un periodo mínimo de tres meses sin cobrar. En este periodo, decidieron acudir a su puesto para no enfrentarse a situaciones que podrían hacerles perder las nóminas adeudadas e, incluso, perder el derecho a indemnización y hasta el paro.
“Es algo que no se puede entender”, lamenta María del Carmen, camarera de piso durante 22 años en el Hotel Las Gavias, y que sufre esta situación de impago de salarios. “Lo que no es normal que un jefe te deje de pagar y te veas así. Que no puedas denunciar. Llegas al cuarto mes sin cobrar y ¿cómo vives mientras?, pagamos un alquiler muy elevado, mi marido tiene una incapacidad y mi hijo acaba de terminar sus estudios y se ha visto forzado a trabajar para que podamos llegar a fin de mes toda la familia”, denuncia en ‘El Magacín’ de Nuria González.
Los trabajadores de JM Hoteles se ven en una situación legal de “desprotección que sufren los trabajadores y trabajadoras a quien su empresa paga con retrasos o ha dejado de abonar las nóminas”, como denunciaron en Onda Fuerteventura.
El “viacrucis judicial”
Ante una situación de impago de salarios, si la persona afectada no va a trabajar como respuesta se enfrenta a varios riesgos. En primer lugar, a “la posibilidad de que la empresa le sancione: desde una suspensión de empleo y sueldo hasta la posibilidad de un despido disciplinario, que le dejaría en la calle sin ninguna indemnización”, advierte algunos abogados consultados por Onda Fuerteventura.
Las fuentes consultadas alertan incluso de otra consecuencia más grave y menos frecuente, pero que existe. Ante la ausencia del trabajador en su puesto, la empresa puede llegar a considerar que el empleado “se ha marchado voluntariamente, lo que le dejaría no solo sin indemnización sino también sin derecho a desempleo”. Esta respuesta, que da cuenta de la mala fe de algunas empresas, se puede recurrir e intentar desmontar en los tribunales, “pero ante el elevado riesgo de la situación nunca recomendamos a los trabajadores que abandonen sus puestos”, explica