España ha experimentado en 2024 un leve repunte en la natalidad tras diez años de descensos continuados. Según los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado nacieron 322.034 bebés, lo que supone un incremento del 0,43% respecto a 2023. A pesar de este ligero aumento, el país sigue registrando cifras muy bajas de nacimientos en comparación con décadas anteriores, con casi 100.000 menos que hace diez años. La natalidad en España crece por primera vez en una década, aunque sigue en mínimos históricos.
El crecimiento de la natalidad se ha producido principalmente en mujeres de entre 30 y 39 años, mientras que las tasas de maternidad en madres mayores de 40 años han experimentado un descenso. Este fenómeno refleja una tendencia a la maternidad tardía, motivada por diversos factores sociales y económicos.
Un posible repunte coyuntural
Expertos en demografía advierten que este incremento no implica un cambio estructural en las tendencias de natalidad del país. Algunos consideran que puede tratarse de un fenómeno puntual, posiblemente influenciado por la llegada de población migrante con tasas de fecundidad más altas. En este sentido, subrayan que España no cuenta con políticas de incentivo a la natalidad suficientemente sólidas como para revertir la tendencia de envejecimiento poblacional.
Crecimiento vegetativo negativo
A pesar del ligero aumento de los nacimientos, el número de defunciones en 2024 alcanzó las 439.146, lo que representa un incremento del 0,7% respecto al año anterior. Como resultado, el saldo vegetativo –diferencia entre nacimientos y fallecimientos– se mantiene en negativo, con una pérdida de 114.937 personas.
Desigualdad regional en los nacimientos
El repunte de la natalidad no ha sido uniforme en todo el territorio. Cantabria ha liderado el aumento con un 13,31% más de nacimientos, seguida de Baleares, Castilla y León y Madrid. En contraste, Galicia y el País Vasco han registrado las caídas más pronunciadas en los nacimientos.
Mientras tanto, la Comunidad de Madrid, Murcia y Baleares han sido las únicas regiones con un saldo vegetativo positivo, es decir, donde los nacimientos han superado a las defunciones. En el resto del país, la población ha seguido en retroceso.
A pesar de este ligero cambio en las cifras, los especialistas insisten en que España sigue enfrentándose a un importante desafío demográfico, con un envejecimiento progresivo de la población y una baja tasa de fecundidad que podría comprometer la sostenibilidad del sistema en el futuro. La natalidad en España crece por primera vez en una década, aunque sigue en mínimos históricos.

