La munición que se usa para la caza lleva plomo, un potente contaminante que se va acumulando durante años en la naturaleza en toneladas. Ahora, la Unión Europea ha comenzado a legislar para prohibirlo. Como alternativa, existen municiones que no son tóxicas.
El borrador que ha presentado la Comisión Europea plantea prohibir el uso de plomo en todos los medios terrestres. Una decisión necesaria, según los expertos, para evitar muertes de diferentes especies de animales. En concreto, se calcula que cada año mueren en Europa un millón de aves envenenadas por el plomo.
No ha sido una decisión rápida: el paso llega dos años después de que la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) recomendara vetar este material para ahorrarle al medio ambiente unas 630.000 toneladas de plomo en 20 años (un 70% menos).
Los cálculos generales expuestos por la Comisión Europea ponen en evidencia que el envenenamiento por comerse el plomo abandonado en los ecosistemas amenaza a 135 millones de aves, mientras 14 millones de animales se arriesgan a consumir presas contaminadas y otros siete a tragar plomos de pesca.