El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ofrecido este martes en Mauritania hasta 250.000 empleos en España de inmigración legal para contener la irregular. «La migración no es un problema para España, sino que es una cuestión de principios morales, solidaridad y dignidad y también de racionalidad porque es fundamental para nuestra economía».
Así lo ha señalado en una declaración institucional tras reunirse con el presidente de la República Islámica de Mauritania, Mohamed Cheikh El Ghazouani, en el Palacio Presidencial, en Nouakchott, en el inicio de su gira por África que le llevará también a Gambia y Senegal, en plena crisis migratoria especialmente en la ruta que se dirige a Canarias.
El jefe del Ejecutivo ha explicado que para España la migración «no es un problema» como, ha señalado, incide «un discurso por desgracia cada vez más presente en Europa», en referencia a la ultraderecha, sino una «necesidad», ya que ha afirmado que es «riqueza, desarrollo y prosperidad». En este sentido, ha incidido en que la aportación de los trabajadores inmigrantes a la economía es fundamental para sostener el sistema de pensiones o la Seguridad Social.
Según la declaración suscrita por los dos gobiernos, el objetivo es «poner en marcha un programa de migración segura, ordenada y regular entre ambos países, en especial, los programas de migración circular, pioneros en Europa y que conceden especial atención a jóvenes y mujeres”.
Según fuentes gubernamentales, que se remiten a informes del Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), en los que se calcula que nuestro país necesita entre 200.000 y 250.000 inmigrantes al año para trabajar hasta 2050 para mantener el Estado de bienestar, el acuerdo entre ambos países deberá materializarse ahora en un proyecto concreto que incluya un catálogo de ofertas de formación y trabajo en España.
Por otro lado, Sánchez ha anunciado que España compromete 500.000 euros más para fortalecer la defensa y seguridad de este país.
Los dos mandatarios acordaron también elevar la relación entre ambos países con la celebración desde 2025 de cumbres periódicas bilaterales, como las que España mantiene ya con otros países como Marruecos. El primero de estos encuentros será el año que viene y se convocará en Mauritania.
A la puesta en marcha de esas cumbres bilaterales hace referencia también la declaración conjunta suscrita por ambos países con motivo de la visita de Sánchez recalcando el deseo de profundizar en la cooperación en sectores como las migraciones, la sanidad y la seguridad y ampliarla a otros ámbitos de interés mutuo.
La declaración conjunta considera que la cooperación en materia migratoria es una prioridad en la relación bilateral y se comprometen a seguir trabajando por una migración segura, ordenada y regular al tiempo que se resalta la importancia de la denominada migración circular