La gran incógnita de las últimas semanas en Fuerteventura es la posible gobernabilidad del Cabildo de Fuerteventura, tras el cese de los siete consejeros de CC y la renuncia voluntaria de los cuatro consejeros del PP, con tan solo dos miembros al frente: el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Sergio Lloret, y el pluriconsejero Juan Nicolás.
Para analizar y profundizar sobre esta materia, ‘La Mesa de Análisis’ de ‘El Magacín’ ha contado con la presencia de Manuel Travieso (AMF), José Juan Herrera (Plataforma por Fuerteventura), Marcial Morales (CC) y Juan Estárico (PSOE).
«El consejo de gobierno del Cabildo de Fuerteventura está acogido a la ley de grandes poblaciones estima que es un órgano necesario con competencias autónomas, algo que no tienen los ayuntamientos. La ley de Base de Régimen Local y la Ley del Cabildo le otorga competencias que no tienen otros órganos. Con los principios jurídicos del ordenamiento español no cabe otra alternativa. No puede disolverse bajo ningún concepto. La composición, según estima la ley, tiene un máximo de un tercio, no hay mínimos. Incluso con un miembro podría funcionar por ser un ‘órgano necesario’. En segunda convocatoria debe darse el quorum de la mitad más uno, con un mínimo de tres. Pero en primera convocatoria solo exige la mayoría de los miembros. En una situación como la actual los dos miembros ya cuentan con la mayoría», explicó Manuel Travieso.
Según Travieso se pueden tomar todos los acuerdos del Consejo de Gobierno con los dos miembros actuales, siempre y cuando se reúnan en primera convocatoria. Estima, además, que el Consejo de Gobierno no es un órgano colegiado, «es un órgano político que garantizará la gobernabilidad hasta mayo».
Travieso defendió que las únicas instituciones que han sacado adelante los Presupuestos para el 2023 son aquellas presididas por AMF, en este caso el Cabildo de Fuerteventura y el ayuntamiento de Pájara.
El expresidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales, describió la situación política majorera como «atípica y anómala» e invitó al presidente a someterse a la confianza del Pleno y, en caso de no ser así, dimitir. «Las tres grandes fuerzas políticas deben tomar medidas excepcionales y crear un gobierno con al menos 12 consejeros. Parece que eso no va a ser así y espero que en mayo sea la población quien decida el futuro de la isla»
Por su parte, el también expresidente del Cabildo de Fuerteventura, José Juan Herrera, analizó el papel de las fuerzas políticas. Defendió la lealtad al presidente en los acuerdos de gobierno, refiriéndose a la postura de CC Fuerteventura y su voto contrario a la adquisición de los terrenos de La Cerquita. Herrera preguntó sobre la renuncia del PP «no entiendo por qué se ha marchado del Cabildo de Fuerteventura, todavía no lo hemos entendido».
El exconsejero del PSOE, Juan Estárico, apostó por reformar la ley electoral, «en el Cabildo de Fuerteventura llevamos cuatro presidentes como consecuencia de la fragmentación para garantizar que la lista más votada tenga mayoría absoluta con el fin de evitar situaciones ingobernables. En el caso de Fuerteventura si se conforma una mayoría de PSOE, PP y CC, volveríamos a la situación de origen de 2019, Lola García, sería la presidenta».