Pistoletazo de salida para el nuevo plan de ahorro energético aprobado por el Gobierno.
Este miércoles 10 de agosto empiezan a ser obligatorias las primeras medidas incluidas en el paquete: la regulación del aire acondicionado en el interior de los establecimientos y el apagado durante la noche de la iluminación de edificios públicos y escaparates.
En la medianoche del martes al miércoles, varios inmuebles y vitrinas de comercios ya se habían quedado a oscuras. En realidad, el Ejecutivo señaló que el apagado de las tiendas podía dejarse para las diez de la noche del miércoles, pero algunas grandes cadenas y edificios públicos optaron por cumplir escrupulosamente la norma justo cuando indicaba el decreto, siete días después de su publicación en el BOE, el pasado 2 de agosto.
¿Se quedarán todos los edificios a oscuras? Según el decreto, solo los escaparates de tiendas y los inmuebles públicos que a las diez de la noche estén vacíos deberán apagar la luz. Si la actividad sigue, pueden estar encendidos. En cuanto a los edificios públicos, están afectados, por ejemplo, los que dependen de los ayuntamientos; los de la Administración General del Estado ya habían empezado en mayo a racionalizar el uso de su energía. En cambio, la restricción no aplica a monumentos, anuncios luminosos, rótulos o cartelería.
El decreto tiene justo ese objetivo: limitar el uso de energía ante una inflación desbocada, agravada por el conflicto en Ucrania y con un riesgo creciente de un corte total en el suministro de gas por parte de Moscú.
Y así lo ha pedido Bruselas. A partir del 1 de agosto, los Estados miembros deben reducir de forma voluntaria su consumo medio de gas en un 15% en su conjunto ?un 7% en el caso de España?, una recomendación que se convertirá en obligación si la UE declara una alerta, según establece el reglamento sobre medidas coordinadas para la reducción de la demanda de gas, publicado el lunes en el Diario Oficial de la UE.