La nueva colada de lava pone en riesgo más de 100 edificaciones. El material volcánico que el Cumbre Vieja está expulsando ahora se encuentra a 1.240 grados. Desde el comienzo de este nuevo río, ya ha destruido las pocas edificaciones que quedaban en pie al norte de Todoque.
Cuando se cumplen 3 semanas del despertar del volcán, este continúa generando nuevas coladas de lava y expulsando grandes bloques de material volcánico, algunos del tamaño de un edificio de tres plantas. El proceso eruptivo ha aumentado en las últimas jornadas a consecuencia de los derrumbes registrados en el área del cráter.
Los expertos aseguran que la evolución de la erupción continúa dentro del proceso normal de un volcán mientras siguen monitorizando su actividad para garantizar la seguridad de las personas.
El Cabildo de La Palma ha detallado que hoy se permitirá la entrada a los vecinos evacuados con propiedades fuera del perímetro de seguridad para recoger ropa y enseres, y para ello el acceso será controlado y contarán con el acompañamiento de personal de seguridad, previa coordinación con su Ayuntamiento.
El fuerte ruido durante la noche
Ahora que la nueva colada de lava pone en riesgo más de 100 edificaciones, a esto se suma el fuerte sonido que emite el volcán al expulsar el magma, junto a las explosiones y los sismos. Estos ruidos siguen acompañando a los vecinos de las zonas aledañas, una situación que se hace especialmente dura durante la noche, como la pasada.
Los terremotos siguen siendo abundantes, per localizados entre 10 y 15 kilómetros de profundidad, e incluso a más de 20, por lo que los expertos siguen si temer que se pueda abrir una nueva zona eruptiva.
Columna de cenizas y gases de 3.500 metros
La columna de ceniza y gases ha alcanzado una altura de 3.500 metros y el delta que la lava está formando al caer al mar continúa extendiendo su superficie y avanzando en la profundidad del océano.
Los expertos monitorizan también este terreno, que corre el riesgo de derrumbarse si sigue su avance a profundidades mayores en el océano, lo que iría acompañado de la liberación brusca de gases, con explosiones y olas, aunque de escasa altitud.
La nueva colada de lava pone en riesgo más de 100 edificaciones y el volcán emite 4.522 toneladas diarias de dióxido de azufre y 1.958 toneladas de dióxido de carbono, lo que según los científicos no representa riesgo alguno ni para residentes ni para visitantes de la isla.