El Cabildo de Fuerteventura ha iniciado un estudio para conocer en profundidad el impacto que la plaga de Diocalandra frumenti está causando en las palmeras canarias de la isla, una especie de alto valor ecológico y patrimonial que atraviesa una situación crítica. El Cabildo de Fuerteventura investiga la grave amenaza que afecta a las palmeras canarias.
Miles de ejemplares en riesgo
Según datos de la Consejería de Medio Ambiente, en Fuerteventura existen cerca de 86.000 palmeras, y se estima que un tercio podrían estar ya afectadas por este insecto. La investigación, que ha sido encargada a la empresa pública GMR Canarias, pretende establecer la magnitud del problema y calcular los recursos necesarios para implementar medidas de recuperación en coordinación con el Gobierno de Canarias.
Un insecto silencioso y devastador
La Diocalandra, conocida popularmente como el escarabajo de las cuatro manchas, ataca especialmente a la palmera canaria (Phoenix canariensis), causando daños internos en las hojas en su etapa larvaria. Estos daños provocan la desecación prematura de las palmas y comprometen gravemente la salud del ejemplar. El movimiento de hojas y plantas infestadas facilita la propagación de la plaga a nuevas zonas.
Llamamiento a la colaboración ciudadana
Desde la Consejería de Medio Ambiente se advierte sobre los riesgos de podar palmeras sin justificación técnica, ya que esta práctica puede favorecer la expansión del insecto. Por ello, se recomienda realizar cualquier intervención con asesoramiento profesional y a través de empresas autorizadas por el Gobierno de Canarias.
Además, las personas que detecten síntomas en palmeras deben contactar con especialistas acreditados para su evaluación y tratamiento.
Falta de control y deterioro de los palmerales
En la actualidad, no existe un sistema de control efectivo sobre las podas en la isla. Incluso entidades públicas han incumplido las recomendaciones al realizar trabajos que favorecen la infestación, como cortes y cepillado de troncos sin supervisión adecuada.
Los palmerales más representativos de Fuerteventura, como los de Las Peñitas, Madre del Agua o Barranco del Buen Paso, muestran un preocupante deterioro. La combinación de abandono, cambios en el ecosistema, falta de agua y escasa regeneración natural ha convertido estos espacios en entornos en declive, donde muchas palmeras no sobreviven.
Recuperar antes de que sea tarde
El consejero de Medio Ambiente, Carlos Rodríguez, subraya que proteger esta especie es vital para la biodiversidad insular. Desde la institución insular se espera que el estudio marque el punto de partida para la puesta en marcha de planes de acción que reviertan esta situación antes de que sea irreversible. El Cabildo de Fuerteventura investiga la grave amenaza que afecta a las palmeras canarias.