Fuerteventura está en riesgo de perder cerca de 200 millones de euros destinados al tramo de autovía entre el aeropuerto y el cruce de Pozo Negro. Blas Acosta, consejero insular de Infraestructuras y Carreteras, expresó su preocupación por los retrasos en este proyecto. El plan cuenta con proyecto redactado desde 2023 y una declaración de impacto ambiental que caduca en abril de 2026. Blas Acosta advierte sobre el riesgo de perder 200 millones para la autovía aeropuerto–Pozo Negro.
Si la obra no se licita antes de esa fecha, hará falta tramitar una nueva evaluación ambiental, lo que prolongaría aún más los plazos. Conseguir la declaración actual ya requirió dos décadas de trabajo previo. Este tramo forma parte del eje viario norte-sur, incluido en el convenio de carreteras entre el Estado y Canarias, que finaliza en 2027.
El proyecto prevé construir 18,1 kilómetros de autovía, con cuatro enlaces principales: aeropuerto, El Castillo, Las Salinas y Antigua. También contempla un túnel de 1,3 kilómetros, diseñado para proteger el paso de aves en el barranco del Valle de Mirador. La unión temporal de empresas Sociedad de Ingeniería, Servicios del Territorio y Medio Ambiente, junto a Evalúa Soluciones Ambientales, redactó el proyecto tras adjudicarse el contrato en marzo de 2023.
Acosta recordó también el retraso en otro tramo, el que conecta Guisguey con la rotonda de Cuesta Perico. Esta parte del eje norte-sur debía finalizar a principios de 2025, según las previsiones de la Consejería regional.
Con este mensaje, Acosta busca alertar sobre la urgencia de avanzar en la licitación. Destacó que, de no actuar a tiempo, Fuerteventura podría perder una inversión clave para sus infraestructuras. Blas Acosta advierte sobre el riesgo de perder 200 millones para la autovía aeropuerto–Pozo Negro.