El cabeza de lista de Sumar al Congreso de los Diputados por Santa Cruz de Tenerife, Alberto Rodríguez, ha anunciado que de salir elegido estará en el escaño solamente 585 días, exactamente el tiempo en que ha estado ausente en la legislatura que concluye al ser expulsado por la Cámara Baja tras una sentencia del Tribunal Supremo por pegar a un policía en 2014 durante una manifestación en La Laguna, Tenerife
Alberto Rodríguez, actualmente líder del proyecto político Drago Canarias y que en la anterior legislatura fue diputado por Unidas Podemos, se ha comprometido a dimitir cuando hayan transcurrido exactamente esos 585 días, como gesto de protesta a la decisión del Congreso de retirarle su escaño en 2021.
Su escaño sería ocupado entonces por Carmen Pestano, segunda en la lista de Sumar al Congreso, también militante de Drago, partido que concurre dentro del movimiento Sumar liderado por Yolanda Díaz.
“En caso de que la sociedad canaria lo decida, estaré en el Congreso de los Diputados exactamente 585 días, el tiempo que debía estar por voluntad popular y que los poderes fácticos a 2.000 kilómetros de aquí lo impidieron”, ha explicado Rodríguez en una rueda de prensa.
Una vez transcurrido ese tiempo “dimitiré y tomará posesión Carmen Pestano, compañera de Drago y una voz canaria joven y preparada”, ha agregado el candidato, quien en las elecciones del 28 de mayo encabezó la lista al Parlamento de Canarias, sin resultar elegido, y al Ayuntamiento de La Laguna, donde Drago obtuvo dos concejales.
El escaño de Rodríguez, quien fue secretario de Organización de Podemos, quedó vacío entre el 22 de octubre de 2021 y el 29 de mayo de 2023, en lo que para el exparlamentario fue “una decisión profundamente antidemocrática” que buscó evitar “que se escucharan voces diferentes en el Congreso”.
Con esta medida, continuó, “se consiguieron frenar y silenciar iniciativas que hablaban de los derechos de los trabajadores y trabajadoras del campo, de la soberanía sobre yacimientos de telurio y hafnio en nuestras aguas, de la turisficación masiva del archipiélago, de los vertidos incontrolados al mar, o del derecho a la movilidad de los canarios y canarias”.
“Silenciar todo esto es lo que buscaron expulsando a un diputado canario del Congreso, en una decisión sin precedentes y sin sustento jurídico de ningún tipo. Y desgraciadamente, en gran medida, consiguieron su objetivo, ya que muchos de estos temas quedaron olvidados en una gaveta”, concluyó Rodríguez.