A tan solo cuatro días de que finalice el año, la incertidumbre sobre la nueva baliza V16 crece entre los conductores, una normativa que jubila a los tradicionales triángulos de emergencia a partir del 1 de enero. La gran pregunta que se hacen muchos es si recibirán una multa por no llevar el dispositivo homologado y, sobre todo, cómo saber cuál es válido.
El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha defendido la medida como un avance crucial para la seguridad vial. «Las balizas, la V16, la baliza conectada, es un elemento reconocido internacionalmente por los técnicos, por los especialistas en seguridad vial, para, vuelvo a decir, salvar vidas», ha afirmado. El objetivo principal es eliminar el peligro que supone bajarse del coche en plena vía para colocar los triángulos.
Las estadísticas reflejan una media de 25 fallecidos al año en vías de alta capacidad por atropellos ocurridos en estas circunstancias.
La gran ventaja del dispositivo es su conectividad con la plataforma DGT 3.0. Al encenderse, envía una señal que geolocaliza el vehículo y advierte a otros coches a través de sus navegadores. Para los coches más antiguos sin navegador integrado, la alerta también llega a las aplicaciones móviles de navegación, por lo que la protección es universal. Aun así, la Guardia Civil recuerda que la luz por sí sola no garantiza la seguridad si no está conectada.
La polémica se ha intensificado esta misma semana, cuando la DGT ha retirado la homologación a cuatro modelos de balizas que, si bien emitían la señal luminosa, carecían de la función de geolocalización obligatoria. Por ello, es fundamental consultar el listado oficial de la DGT para asegurarse de que el dispositivo adquirido es válido y evitar problemas.
La principal preocupación de los conductores es la multa. Los responsables de la DGT no han aclarado si habrá un periodo de gracia o si comenzarán a sancionar desde el 1 de enero. Esta ambigüedad genera nerviosismo, sobre todo cuando informaciones previas apuntaban a que la sanción podría ser de 80 euros. Mientras tanto, el coste del dispositivo, que ronda los 40 euros, es visto por muchos como «un negocio», y hay empresas comercializadoras que «están haciendo el agosto en pleno invierno».

