Por su inestabilidad y fragilidad laboral, los empresarios y trabajadores autónomos son uno de los principales colectivos damnificados por la crisis del coronavirus. Pequeños negocios de Fuerteventura obligados a cerrar por el decreto del estado de alarma, clientes perdidos repentinamente y facturación en caída libre han inundado, desde los inicios del confinamiento, los hogares y las pequeñas empresas de incertezas acerca de cuál será el impacto real del parón para las economías domésticas de la Isla.

Onda Fuerteventura ha hablado con el empresario Pablo Monzón, propietario de la Peluquería Siroco desde hace 15 años, con varios empleados a cargo, y con el peso de una nueva inversión (La Academia de Peluquería creada recientemente) para conocer de primera mano cómo está afectando a su negocio esta crisis sanitaria.

Monzón destaca hasta qué punto los perjuicios económicos para los autónomos y las pequeñas empresas son ya una realidad, y la sensación de angustia porque, al igual que tantos de empresarios majoreros, no conocen la duración de la situación ni si, tras este periodo sin ingresos, podrán afrontar pagos y obligaciones.