En la mañana de hoy han pasado por los micrófonos de Onda Fuerteventura integrantes de la Asociación Socio Cultural de Mujeres Mauritanas DIMBE, para hablar sobre la cuestión de la mutilación genital femenina y la lectura del manifiesto que tuvo lugar el pasado 6 de febrero en el Cabildo Insular de Fuerteventura. Hay que proteger a las niñas, las que ya están mutiladas y las que pueden sufrirlo».
Durante la entrevista, Hawa Toure, declaraba que «Hay que proteger a las niñas, las que ya están mutiladas y las que pueden sufrirlo» y añadía que «Conocemos la realidad de Fuerteventura y tenemos que asesorar a las familias. Solo en la isla 76 han venido a la asociación». Por su parte Didi Diakhate afirmaba que «muchos piensan en la tradición pero no tiene que ver con ello. Están engañados», en relación con la idea generalizada sobre la mutilación genital femenina.
Este pasado 6 de febrero se conmemoraba el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina y se procedió a la lectura de un manifiesto en el Cabildo de Fuerteventura y en la jornada de hoy se ha dado voz a esta situación en El Magacín de la Mañana de Nuria González.
En el manifiesto, la representante de DIMBE, Hawa Toure, denunció que las mutilaciones genitales femeninas son un marcador evidente de las desigualdades existentes entre hombres y mujeres, siendo las previsiones de Naciones Unidas para 2024 de 4,4 millones de niñas en riesgo de sufrir mutilación genital. Según DIMBE, el coste económico de la atención sanitaria a estas víctimas es de 1.400 millones de dólares según la ONU.
En el caso de Canarias, las últimas cifras publicadas por el Instituto Canario de Igualdad han elevado a unas 4.500 mujeres que sufren o están en riesgo de mutilación genital femenina.
En Fuerteventura, DIMBE ha localizado 76 familias procedentes de países donde se practica la mutilación genital femenina. Por este motivo, la asociación ha insistido en la necesidad de hacer el trabajo comunitario de sensibilización, continuar haciendo seguimiento de los casos e implicar a hombres y niños para transformar las normas sociales que favorecen esta práctica. Además, es importante elaborar un protocolo de actuación en Canarias como instrumento fundamental para su abordaje, dirigido a servicios sanitarios, sociales, centros educativos, asociaciones y fuerzas de seguridad.