Hoy sábado ha fallecido el vecino Lucas Vargas debido a una infección grave en los pulmones tras casi un año de lucha. Lucas seguía al cuidado de su familia. Ellos se encargaban cada día de suministrarle las 33 pastillas de su tratamiento, con la esperanza de conseguir una solución que al menos le garantizase unos cuidados de calidad en una residencia. Finalmente ha fallecido, «ha sido un silencio absoluto y un abandono total porque si lo hubiéramos conseguido nada de esto hubiera ocurrido», sentencia Inma Alcaide.

 
La vida de Lucas Vargas dio un giro inesperado cuando solo tenía 27 años. Un simple resfriado y un dolor de garganta dieron paso a una encefalitis autoinmune con síndrome norse. Esta enfermedad, catalogada como rara, le dejó postrado en una cama, con escasa movilidad, problemas de comunicación y lagunas mentales.
La pareja de Lucas, Inma Alcaide, fue su principal apoyo, junto a su inseparable madre, Ángela. Desde el primer momento se echó a la calle en busca de soluciones para que Lucas pueda recibir una mejor atención. Inma no se cansó de denunciar los meses que esperó por un informe de minusvalía que le permitiera acceder a los cuidados de personal cualificado. Finalmente ha fallecido en casa sin haber logrado su objetivo. Inma asegura que denunciará el abandono al que ha sido sometido Lucas por incumplimiento de la Ley de Dependencia.