Con el paso del tiempo, las zonas vírgenes de la isla de Fuerteventura son descubiertas por transeúntes extranjeros, siendo en ocasiones fruto del desbarajuste en la naturaleza. Uno de esos casos son los túmulos o montículos que se han ido haciendo a lo largo del tiempo, y que actualmente caracterizan el ‘desierto’ del norte.
«Hay una división de opiniones. Para algunos eso tenía su encanto y para otros se le quería dar fin», explica el concejal de Turismo y Medio Ambiente de La Oliva, David Fajardo. Además, añade que la acción realizada con anterioridad de quitar esas piedras «es un mensaje para que sean conscientes de que no podemos alterar nuestros paisajes». Esto no solamente creaba problemas ya que era una zona zepa, si no que también es un problema medioambiental.
Al norte de la isla, también existen otros lugares afectados como los grabados en el barranco de los encantados o los ‘típicos’ corralitos de las playas. «Desde las administraciones tienen que hacer todo lo posible de restablecer y educar a estas personas para respetar el medio ambiente», recalca Rubén González, Concejal de Limpieza Viaria y Sector Primario.
Pero, no son solo éstos los problemas que tiene el municipio de La Oliva. El sector primario de este municipio está pasando momentos difíciles debido a los altos costes para producción. Gracias a los fondos se quiere alquilar un tractor agrícola con el objetivo de ayudar a agricultores de La Oliva y que lo tengan a su disposición.
«Desde 2014 lleva sin llover parejo en toda la isla. El campo está más pobre y ya no se ven tantos animales. Cada vez hay menos», añade el concejal del Sector Primario. También añade que «se están haciendo acciones. Poniendo más comederos y bebederos, pero si no llueve es muy difícil».