Desmantelada la primera red de falsificación de certificados COVID. El golpe policial se ha saldado con seis detenidos por el momento en Madrid y Barcelona. La organización trabajaba a nivel europeo y no solo falsificaban esta documentación, también habría facilitado la inscripción fraudulenta de, al menos, 1.600 personas en el Registro Nacional de Vacunación con la ayuda de personal sanitario.
El cantante Omar Montes está entre las personas investigadas por acudir a los servicios de esta trama, que eran muy demandados por famosos y conocidos delincuentes como ‘La Reina de la Coca’ o el alunicero ‘El Moli’.
Robo de claves
Desmantelada la primera red de falsificación de certificados COVID. La parte más inquietante para los investigadores es que el entramado habría captado a personal sanitario que introducía en el registro a quienes requerían las certificaciones falsas. Además, la Policía sospecha del posible robo de claves de acceso al registro nacional.
Según informó este martes el Ministerio del Interior, la investigación comenzó a principios de enero cuando se detectaron anuncios que ofrecían tanto pruebas PCR falsas como pasaportes covid falsificados en grupos de carácter negacionista de una aplicación de mensajería instantánea. Los agentes pudieron comprobar que personas integrantes de grupos criminales o intermediarios de estos se habían ya introducido en este sistema de comunicación.
De 50 a 1.000 euros
Los precios de la red variaban: 50 euros, en el caso de emitir certificados de pruebas PCR negativas, y cantidades que oscilaban entre los 200 y 1.000 euros a cambio de expedir pasaportes covid en los que constaran dos o tres dosis de vacunación. Además, los investigadores pudieron constatar que, en la mayoría de los casos, los integrantes de la organización exigían el pago en criptomonedas, a través de cuentas que habían abierto en terceros países para hacer más complicado el rastreo por parte de las autoridades.
Una vez que los implicados percibían el pago los interesados obtenían el código QR en el que constaba la pauta de vacunación fraudulenta. A los dos días podían obtener el pasaporte en el que constaban como recibidas dos o tres dosis.