El Gobierno de Canarias ha iniciado una ofensiva diplomática para evitar que la próxima reforma presupuestaria de la Unión Europea debilite las ayudas al sector primario en las regiones ultraperiféricas. El nuevo marco financiero plurianual 2028-2034, impulsado desde Bruselas, plantea integrar el histórico programa Posei dentro de los planes nacionales, diluyendo su autonomía financiera y el reconocimiento a las particularidades geográficas y económicas de estos territorios. Canarias lidera la defensa del sector agrario RUP ante los recortes que plantea la UE.
Ante esta amenaza, el consejero de Agricultura, Narvay Quintero, ha convocado una mesa de trabajo con representantes de las principales organizaciones del sector agrario, asociaciones de productores, industria agroalimentaria y patronal. En el encuentro se acordó impulsar una alianza estratégica entre todas las RUP, incluyendo a Azores, Madeira y territorios de ultramar franceses, para presentar una posición conjunta ante la Comisión Europea.
Un cambio que genera incertidumbre
Según explicó Quintero, el nuevo planteamiento elimina el marco legal específico del Posei y lo convierte en una herramienta más dentro de la estrategia agrícola de cada país. Esto supone que Canarias perdería la gestión directa de fondos destinados a compensar su insularidad, dejando en manos del Gobierno central la decisión sobre el reparto de recursos.
“El problema no es solo presupuestario”, señalaron desde la Consejería. “También es político y estratégico, porque se rompe el trato singular que hasta ahora reconocía Europa a estos territorios por sus desventajas estructurales”.
Aunque el borrador europeo alude a la necesidad de mantener las condiciones actuales para las RUP, no aclara qué partidas concretas se destinarán ni qué cultivos seguirán recibiendo ayudas, lo que ha despertado una profunda preocupación entre los actores del sector.
El campo canario, unido
Durante la reunión, tanto organizaciones agrarias como empresariales mostraron su total desacuerdo con el planteamiento comunitario. La sensación compartida es que la reforma borra de un plumazo años de avances para garantizar la supervivencia del sector en zonas especialmente frágiles.
Desde Asprocan, su presidente José Carlos Rendón valoró positivamente la convocatoria del Gobierno y advirtió de que se trata de un desafío sin precedentes. “Canarias no puede entrar en un marco genérico como si fuera una región peninsular más”, subrayó.
En esa misma línea, la presidenta de Asaga Canarias, Ángela Delgado, alertó del riesgo de convertirse en una región irrelevante dentro de la política agrícola europea. Reclamó un enfoque que respete las particularidades del Archipiélago y no lo diluya en un sistema diseñado para territorios continentales.
Próximos pasos
La Consejería de Agricultura se compromete ahora a intensificar los contactos con el resto de regiones afectadas y a trasladar esta preocupación tanto al Ministerio como a los representantes españoles en el Parlamento Europeo. La defensa de un modelo diferenciado, con recursos garantizados, será clave en las próximas negociaciones.
Desde el Ejecutivo canario insisten en que no se oponen a una revisión del sistema, pero rechazan frontalmente cualquier medida que suponga un paso atrás en la protección del campo canario. Canarias lidera la defensa del sector agrario RUP ante los recortes que plantea la UE.