El Cabildo de Fuerteventura y la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) han exigido al Gobierno central que devuelva a gestión pública el servicio de la torre de control del aeropuerto majorero, actualmente en manos de la empresa privada SAERCO. Ambas partes sostienen que la situación actual compromete la seguridad, la eficacia y la estabilidad del servicio.
En un encuentro celebrado este jueves, la presidenta insular, Lola García, recibió a las representantes de USCA, María José Valdés y Lola Moreno, para analizar los problemas detectados. Según denunciaron, se han registrado carencias en la cobertura de turnos, uso de personal sin habilitación adecuada y condiciones laborales precarias.
La compañía adjudicataria ha admitido ante la justicia que no puede cumplir las exigencias laborales sin poner en riesgo su viabilidad económica, lo que, según Cabildo y sindicato, demuestra la fragilidad del modelo privatizado.
Como medida urgente, proponen que ENAIRE, el operador público, asuma la gestión de forma cautelar para garantizar un servicio seguro y continuo. La solicitud ya ha sido remitida al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.
García adelantó que Fuerteventura coordina su estrategia con los cabildos de Lanzarote y La Palma, donde también opera SAERCO, para llevar una propuesta conjunta a la Federación Canaria de Islas (FECAI). El objetivo es defender la conectividad aérea y evitar interrupciones que puedan afectar a la economía y al día a día de la ciudadanía.
USCA se ha comprometido a mantener informado al Cabildo sobre cualquier novedad hasta que se recupere la normalidad en este servicio esencial.