Jessica de León, candidata del PP al Senado por Fuerteventura, y Gustavo Berriel, candidato del PP al Congreso por la provincia de Las Palmas, participaron este miércoles en De Buena Mañana para repasar la actualidad de Fuerteventura, a dos días de dar comienzo de forma oficial la campaña electoral de cara al 10 de noviembre.
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Los dos candidatos populares llevan días recorriendo toda la geografía insular para hacer llegar a los vecinos el mensaje de su formación. La acogida, dicen, ha sido bastante buena «a excepción de los que ya están cansados de ir a votar elección tras elección, y sobre todo, porque los políticos de Madrid no son capaces de llegar a un acuerdo para formar gobierno», explicó Gustavo Berriel.
Su experiencia durante los últimos días es que una vez explicado el proyecto, los vecinos pasan de la abstención a entender la necesidad de votar el 10N. Unas dudas que se han reflejado en las encuestas, muy variables en función de su procedencia, pero que en líneas generales refleja un aumento en el número de votos al Partido Popular. «Los datos hay que barajarlos con cautela, incluido el CIS, en el que el PSOE gana hasta al parchís», manifestó Jessica de León, «yo siempre miro la tendencia de voto y valoramos esa tendencia al alza. Con un escaño más nosotros sí garantizamos a los españoles que formaremos gobierno».

El problema del agua y el traslado de la Central Eléctrica de El Charco son dos de las preocupaciones de los populares, pero no las únicas. «Hay muchos proyectos que están atascados en las administraciones, el problema del agua no se termina de solucionar, es grave y no es solo un problema del CAAF, es también del Cabildo y los Ayuntamientos», explicó Berriel.
El Riu Oliva Beach y la problemática de sus 400 trabajadores, que este miércoles se concentraron en Las Palmas de Gran Canaria para exigir soluciones también preocupa. Jessica de León asegura que «el Senado del PP va a luchar para que no transcurra ni un segundo más sin una respuesta más por parte del Gobierno de España, y si no estamos en el gobierno, vamos a arrimar el hombro para que los trabajadores tengan una respuesta».

Los dos candidatos pidieron seriedad a las instituciones y partidos, para evitar situaciones como la de la central eléctrica de El Charco de la que consideran que se ha estado vendiendo humo durante 15 años «para luego volver hacia atrás».