Los empresarios de AECA (Asociación de Empresarios de El Castillo) buscan al propietario del Castillo de la localidad para instarle a que lo restaure, ya que se encuentra en muy mal estado y que su entorno sea un reclamo turístico dado que fue declarado Monumento Histórico Artístico hace 76 años. Los empresarios prevén realizar varios eventos, el primero de ellos el próximo 19 de abril, con motivo de impulsar esta infraestructura como uno de los elementos patrimoniales de la zona turística, la incógnita ahora es conocer a qué administración o propietario deben solicitar los permisos necesarios.
AECA ha trasladado esta petición a los representantes del ayuntamiento de Antigua, la consejería de Patrimonio del Cabildo Insular de Fuerteventura y el Gobierno de Canarias cumpliendo todos los trámites necesarios para conocer quién debe hacerse cargo del bien, o en su defecto pase a ser propiedad municipal y así pueda ser utilizado.
Se estima que la construcción del castillo de Fuste concluyó en 1743. En el periodo en que se erigió contaba con dos cañones de hierro de pequeño calibre y con guarnición formada por un condestable, un teniente y cuatro soldados encargados de manipular la escueta artillería de los dos cañones. A esta dotación militar se la conocía como “guardineros” del castillo. A lo largo del siglo XIX el castillo paso a ser de propiedad privada, si bien en 1871 se dispuso que tanto esta torre como la de El Cotillo se entregaran a Hacienda.
Durante un breve periodo de la guerra civil española, entre 1936 y 1939, el castillo de Fuste volvió a tener una utilidad defensiva. En 1949 tanto la fortificación de San Buenaventura como la del Tostón fueron declaradas Bienes de Interés Cultural.
A principios de los 80, fruto del desarrollo turístico de la isla, el castillo quedó rodeado por las piscinas de la cadena BARCELÓ. No es hasta 2013 cuando tanto el Cabildo insular como el Ayuntamiento de Antigua, municipio al que pertenece Caleta de Fuste, acometen las obras de restauración que le dan el aspecto actual.
Desde entonces la torre está cerrada al público, los empresarios de AECA reclaman que abra sus puertas para disfrute de vecinos y visitantes, y que albergue una sala de exposiciones de carácter histórico-etnográfico.

