El nombre de Ana Cabrera quedará inscrito en los anales de la historia en Los Estancos. Desde el año 2010, la plaza pública lleva su nombre y una calle la del vecino Domingo Juan Barrera. Anita es la historia viva de este barrio de la capital majorera en el que vivió desde principios de 1950. Su gesto altruista, su dedicación y entrega a este pueblo y, cómo no, a los propios vecinos, le ha valido el reconocimiento y la admiración de quienes la conocían y de las propias instituciones.
Su bondad y entrega hacia los demás hizo que la herencia de su hijo José Antonio la donara a los vecinos del pueblo. En aquella parcela se levanta hoy el Centro Cultural, la ermita de Santa Rita, el parque infantil, canchas deportivas y la plaza pública. La admiración de los vecinos por esta mujer que hoy fallece a los 91 años, ocho hijos, 21 nietos y 8 bisnietos es patente, pues el pueblo de Fuerteventura siempre sentirá por ella una verdadera admiración.