El consejero del sector primario en el Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, han manifestado su preocupación por la posible puesta en marcha de una línea comercial entre la ciudad de Tarfaya, en Marruecos, y la isla de Fuerteventura, debido a que generaría una competencia desleal con los productos canarios y podría provocar la entrada de plagas en el Archipiélago.
A este respecto, el presidente Morales aseveró que “sabemos que es una competencia del Estado, pero estamos muy preocupados, porque se nos puede introducir por la puerta de atrás, con los controles laxos y absolutamente deficitarios que hoy existen, con la fragilidad y la y estructura deficitaria con la que se cuenta, una competencia brutal que puede poner en riesgo y ser un golpe moral para el sector primario de Canarias y de Gran Canaria”.
Así, puso de relieve que va a ser muy difícil competir con unos controles fitosanitarios que no tienen la dimensión y la rigurosidad que poseen en estos momentos los que se realizan en Europa y en Canarias, y, además, “es imposible competir con los salarios que se pagan en Canarias, en España y Europa con los de Marruecos”.
Narvay Quintero coincidió plenamente con el presidente insular, al hacer patente la preocupación que ese proyecto ha generado en el Gobierno de Canarias, por varios aspectos. “El primero, por las plagas que se pueden introducir”, expuso. “Nosotros detectamos más de 90 plagas, que se han introducido en Canarias y que han mermado muchísimo la capacidad de producción, la capacidad económica y, por tanto, la viabilidad del sector primario”.
Asimismo, el consejero incidió en que esta nueva línea también puede ocasionar la competencia desleal que puede producir la entrada de productos sector primario y criticó la política europea, “que aboga por residuos cero, huella de carbono cero, pero después llega a acuerdos con terceros países, con Marruecos o con otros, de donde importamos producciones a Europa y a Canarias, y que compiten deslealmente”, matizó. “Porque los productores canarios cumplimos unas exigencias legales muy garantistas con el consumidor. Y eso es porque tenemos unos costes que el productor asume y que, evidentemente, encarecen el producto, cosa que no pasa en otros países, donde los costes son mucho menores, por lo que sería completamente injusto o desleal que nosotros compitiéramos en el mismo mercado. Con lo cual esta línea, si no hay los controles suficientes, que actualmente no los hay, evidentemente para nosotros es un riesgo”, sentenció.