El ayuntamiento de Antigua ha hecho posible que el sueño de Javier Jaime Roger se cumpla. Se trata de un adolescente de 16 años de edad que ha logrado mejorar su movilidad e independencia con el asfalto de la carretera que separa su casa de la calle. A priori no parece un gran logro, pero teniendo en cuenta que se trata de un chico con una discapacidad se entiende la importancia de lo conseguido.
Javier y su familia explicaron su situación a Onda Fuerteventura y Mírame Tv hace 10 meses. Tal y como explicó Javier, la casa se convierte en una cárcel para una persona con movilidad reducida dada la dificultad para poder entrar o salir, encontrándose prisionero en su propio hogar por la falta de accesibilidad en el exterior. Hoy esas barreras han quedado atrás.
Desde entonces, el alcalde de Antigua, Matías Peña, y el diputado socialista Pedro Sosa, s ocuparon personalmente de eliminar esta barrera para hacer realidad los sueños. Los problemas de Javier son los de cualquier persona con problemas de movilidad que requiere una silla de ruedas para desplazarse. Más allá de eso, cuenta con proyectos, deseos y esperanzas. El suyo era sencillo: poder transitar por los alrededores de su hogar en Casillas de Morales sin que la tierra, el polvo y las piedras lo impidieran, “la accesibilidad de esta carretera es un beneficio para todos, no solo para las personas como yo”, explicó a Onda Fuerteventura.
El reportaje publicado en Onda Fuerteventura el pasado 13 de mayo (2021) fue sumando visualizaciones (más de 50.000 reproducciones) en Facebook e Instagram. Los vecinos dejaron un sinfín de comentarios de apoyo y la exigencia al ayuntamiento de Antigua a que colaborase con la petición de Javier a través de un hastag que se ha convertido en un grito unánime, «quiero ver a Javier caminar por Casillas de Morales».
Onda Fuerteventura agradece la confianza depositada en toda la familia para relatar y difundir la experiencia de Javier, por cuanto supone como referente para otras familias con personas dependientes. En esta ocasión, el sueño de Javier y su madre se ha hecho realidad, pero aún quedan obstáculos, barreras y muchas desigualdades por solventar para contar con la tan manida «accesibilidad universal». Un reto constante para las personas con problemas de movilidad.