La Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de La Oliva organizó ayer unas charlas con expertos de esta campaña, que continua con más acciones dirigidas a residentes y turistas
La Oliva, a 2 de marzo de 2019. En la costa norte de Fuerteventura hay una playa que se ha hecho viral con el hashtag #PopCornBeach, por su arena en forma de palomitas de maíz, roscas o cotufas, según quien lo nombre, pero en realidad se trata de algas calcáreas, fósiles llamados rodolitos, que tienen un gran valor y que desgraciadamente están siendo expoliados.
Para prevenir este tipo de daños que se están repitiendo en este y otros espacios de gran valor natural, el Ayuntamiento de La Oliva ha puesto en marcha la campaña «Pasa sin huella por La Oliva», que impulsa la Concejalía de Turismo con la colaboración de la Fundación Telesforo Bravo, y que ayer comenzó con unas jornadas divulgativas en el Auditorio de Corralejo.
El alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, expuso que «muchas veces, sin darnos cuenta, estamos perjudicando al territorio con montículos de piedra, o haciendo daño al patrimonio natural y cultural con inscripciones en zonas de valor geológico y paleontológico, que luego es imposible recuperar».
Sandra González, concejala de Turismo, valoró que la campaña se dirige tanto a residentes como a turistas, con acciones específicas para ellos. «Por ejemplo, ayer comenzamos con charlas a escolares, y seguiremos en esta línea, trabajando con el sector turístico y con la población local, pues nos gustaría dentro que esta campaña se extendiese por toda la isla».
Daños en el territorio
Además de la playa de las algas, recientemente se han registrado otros daños que han afectado gravemente al paisaje, como incisiones y dibujos en las capas de piroclastos de la Caldera Rebanada del Volcán de Bayuyo, grabados en los paleosuelos de arena del Barranco de Los Enamorados, bloques arrancados en el yacimiento arqueológico de los podomorfos de Tindaya, o los innumerables montículos de piedra en el Faro de El Tostón de El Cotillo, y otros muchos lugares.
Entender y proteger el paisaje
Entre los ponentes que intervinieron ayer en las jornadas, el biólogo y edafólogo Miguel Torres habló sobre la importancia de conservar los suelos de Fuerteventura para evitar la erosión, manteniendo las rocas en su lugar para no alterar el proceso erosivo natural. «El paisaje Majorero es árido y poco poblado. Al no haber vegetación, cualquier marca sobre el terreno tarda miles de años en regenerarse. El suelo es tan importante como el agua, la actividad humana, agrícola y ganadera o edificatoria en Fuerteventura», dijo Torres.
Expuso que el problema ambiental más grave que tiene Fuerteventura es la pérdida de arena en la costa, «por su evidente repercusión económica», y expuso los casos concretos de la Playa de La Barca, en Sotavento (Costa Calma), o el evidente retroceso de las Dunas de Corralejo, en su opinión, por la interrupción del flujo del viento y corrientes ocasionada por el muelle y las construcciones de Corralejo.
María Esther Martín, bióloga y conservadora de biología y paleontología del Museo de la Naturaleza del Cabildo de Tenerife, una de las pocas expertas en paleontología de Canarias, realizó un recorrido por los valores más interesantes de Fuerteventura. Explicó que aunque no se conozcan, en Fuerteventura hay 172 yacimientos paleontológicos, y que 57 están en La Oliva, entre ellos tubos volcánicos, dunas, playas fósiles, sedimentos submarinos de millones de años…
Explorar la paleontología en Fuerteventura ha permitido el descubrimiento de especies desconocidas, «se han descrito tres especies nuevas de lapas, además de erizos, serpientes, lechuzas, «todos ellos animales extintos que encontramos en las rocas y en el suelo».
Jaime Coello Bravo, jurista y divulgador ambiental, y director de la Fundación Telesforo Bravo, expuso su conferencia titulada «Deja las piedras en su sitio: los montones de piedras, un problema global», realizando un recorrido sobre esta problemática por todo el mundo. El fenómeno se denomina en inglés «rock stacking», no sólo ocurre en Fuerteventura y en Canarias, sino también en Escocia, Estados Unidos, Italia, Isla de Reunión en Francia, en Aruba…».
Por último, el guía turístico profesional Félix de la Rosa, socio de la empresa Oditen (One Day in Tenerife) y miembro de la Asociación Provincial de Guías de Tenerife (APIT), explicó como la modificación del medio por los visitantes es problema habitual en su trabajo, por ejemplo en el Parque Nacional de las Cañadas del Teide. Habló sobre su trabajo de concienciación de cara a los turistas, y sobre la importancia de establecer mecanismos de colaboración entre administraciones.
Campaña «Pasa sin huella por La Oliva»
Desgraciadamente, cada vez se está haciendo más habitual la aparición de elementos artificiales, propios de la actividad humana, en el medio natural. La proliferación de montículos de piedra, pintadas, inscripciones o grabados, pueden estar dañando gravemente, sin que el autor lo sepa, espacios de valor natural o paisajístico, yacimientos arqueológicos, o bienes de interés cultural.
Para tratar de evitar y prevenir esta situación, el Ayuntamiento de La Oliva y la Fundación Canaria Telesforo Bravo Juan Coello han llegado a un acuerdo de colaboración para organizar una campaña de sensibilización dirigida a tanto a turistas como a residentes.
Esta campaña dirigida desde la Concejalía de Turismo contempla acciones de sensibilización como charlas divulgativas para la población local, de información para los turistas, o de señalización para advertir a los visitantes.
La Fundación Canaria Telesforo Bravo Juan Coello, organización de ámbito científico y cultural, ya ha desarrollado acciones similares en otros puntos de Canarias, aunque se trata de la primera vez que una administración pública del archipiélago, en este caso el Ayuntamiento de La Oliva, se implica directamente para resolver esta problemática.
Ni palomitas, ni roscas, ni cotufas, son algas fósiles
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