Pone en su conocimiento los últimos acontecimientos en cuanto a infracciones muy graves contempladas en la Ley 7/1998, de 6 de julio, de Caza de Canarias y otros presuntos delitos contra el medio ambiente.
Desde hace semanas aun estando en vigencia el estado de alerta, venimos observando que salen al campo gran cantidad de personas que no solo incumplen el estado de confinamiento sino que además realizan la caza furtiva en varias zonas del municipio de Antigua, La Oliva, Tuineje, Pájara sin ningún tipo de licencia ni permiso ya que la veda está cerrada y no hay campos de entrenos abierto
Estos infractores, que no podemos llamar cazadores ya que dan muy mal nombre a nuestro colectivo campan a sus anchas por los lugares indicados conocedores de la nula vigilancia que existe en la isla en lo referente a vigilancia del medio rural
Son Las instituciones locales e insulares las responsables del cuidado de los espacios naturales, del control de la actividad cinegética y tienen por consiguiente las competencias y la responsabilidad de que nadie se crea intocable y pueda pensar que puede seguir infringiendo las leyes en las cuales están muy claras las prohibiciones y las responsabilidades de nuestro colectivo
Estos hechos son afortunadamente una minoría ya que el verdadadero cazador protege el medio y ayuda a su conservación
Es por eso que para que estos hechos terminen y los infractores que día si y día también realizan caza furtiva, deterioro de los habitad y grave perjuicio a la imagen de los cazadores:
Exigimos que se cumpla la ley y se pongan los medios y recursos necesarios y se actue de manera contundente contra estas personas que aun siendo reincidentes no tienen el más mínimo recelo en repetir día tras día el furtivismo , alardeando en redes sociales de sus “hazañas”
Sabemos que los agentes de medio ambiente hacen más de lo que pueden y conocemos su falta de personal y su decepción profesional por no poder realizar sus labores en la manera que tendría que realizarse con una vigilancia efectiva
Pedimos que se incremente la vigilancia del campo, que haya coordinación real entre las fuerzas de seguridad del estado, las policías locales, los agentes de medio ambiente, solo así podremos acabar con esta triste realizad que reiteramos es responsabilidad única, de los organismos locales e insulares