El sector de la construcción en Canarias atraviesa un momento crítico debido a múltiples factores, entre ellos, una preocupante escasez de personal cualificado. Ante esta situación, las empresas del sector han comenzado a contratar mano de obra en el extranjero, especialmente en países como Perú y Chile, con los que España mantiene acuerdos laborales. La construcción en Canarias recurre a trabajadores extranjeros ante la falta de mano de obra local.
Actualmente, hay en marcha un millar de expedientes para incorporar a trabajadores foráneos, especializados en distintas ramas de la construcción. Se trata de una medida urgente para asegurar la continuidad de obras públicas y privadas, en un contexto marcado por el riesgo de colapso inmobiliario en el archipiélago.
Viviendas industrializadas para alojar a los nuevos empleados
Con el fin de acoger a los nuevos empleados internacionales, se proyecta la construcción de alojamientos modulares de uso temporal. Estas unidades, de unos 30 metros cuadrados, estarán diseñadas para garantizar condiciones dignas y evitar el hacinamiento. Los promotores afirman que trabajan en coordinación con la Delegación del Gobierno para asegurar que el proceso se ajuste a la legalidad vigente.
Un sector bajo presión
La situación es compleja: altos niveles de absentismo, retrasos en las certificaciones de baja, morosidad de las administraciones públicas y dificultades para cubrir vacantes. A esto se suma la insuficiente formación entre los desempleados del sector. De las 12.000 personas inscritas como paradas en la construcción en Canarias, solo una mínima parte cuenta con acreditación profesional.
Desde la patronal se lamenta la escasa respuesta local a los programas de formación. Como ejemplo, señalan que de más de 3.000 personas entrevistadas, apenas un pequeño porcentaje se mostró dispuesto a cualificarse.
Salarios y condiciones atractivas, pero sin relevo generacional
Según los empresarios, el problema no radica en los sueldos. Los trabajadores del sector cobran, de media, por encima de los 20.000 euros anuales, con convenios que incluyen planes de pensiones, posibilidades de promoción interna y mejoras en la conciliación. A pesar de ello, aseguran que el sector no logra captar el interés de la población local joven.
La estrategia de atraer profesionales de otros países se presenta, así, como una medida a corto y medio plazo para sostener la actividad del sector. Los empresarios insisten en que, mientras la administración no logre mejorar la formación y activación de los desempleados locales, tendrán que seguir buscando personal fuera del archipiélago. La construcción en Canarias recurre a trabajadores extranjeros ante la falta de mano de obra local.