La Carpa 2025 de Fuerteventura culmina este fin de semana su edición más ambiciosa y multitudinaria hasta la fecha, consolidándose como el mayor espacio de ocio y cultura musical del verano en Canarias. Durante más de dos semanas de programación ininterrumpida, el recinto ubicado en el municipio de Pájara colgó el cartel de lleno en la práctica totalidad de sus eventos, acogiendo miles de asistentes diarios que vibraron con conciertos, sesiones de DJs, fiestas temáticas e invitados de primer nivel. Ha sido, según destacan sus organizadores DN7 Music, la carpa más grande en la historia del evento y la que ha reunido el mayor volumen de público desde su creación.
El éxito de esta edición se sustenta tanto en la diversidad del cartel como en su capacidad logística. Artistas internacionales como Omega, Kapo, Polimá Westcoast, Nio García, Chimbala, Omar Courtz, Rafa Barrios, Les Castizos, Los Canarios, Bandi2 o José de las Heras encabezaron una programación que combinó referentes del reguetón, el freestyle, la electrónica, el afrobeat y la música tropical, junto a leyendas del género urbano como DJ Nelson o DJ Adoni, auténticos pioneros del sonido latino. A ello se sumó la presencia de figuras del mundo audiovisual como los actores Carlos Torres, Carolina Ramírez, Kiño o Lucho Velasco, protagonistas de series de notable éxito mundial.
La Carpa ha funcionado como el epicentro cultural del sur majorero entre el 17 de julio y el 2 de agosto, en el marco del Campeonato del Mundo 2025 de Windsurfing y Wingfoil que se celebró en las playas de Sotavento. En total, se celebraron diecisiete días consecutivos de actividades, incluyendo seis jornadas de acceso gratuito y otras once con entradas populares. La propuesta fue posible gracias a una estrecha colaboración que integró al Cabildo de Fuerteventura, el Ayuntamiento de Pájara, el Gobierno de Canarias, el Centro Insular de Juventud y otras entidades.
Más allá de la música, La Carpa volvió a destacar por su carácter transversal: programación infantil, propuestas gastronómicas, homenajes a la música y fusión de géneros hicieron del espacio un punto de encuentro intergeneracional y diverso. Todo ello, ejecutado con un plazo de preparación de apenas veinte días, según explican sus responsables. «Ha sido un reto logístico de primer nivel. Montar una estructura de este calibre en tan poco tiempo solo es posible con un equipo comprometido y una isla volcada», apuntó David Navarro, propietario de DN7 Music, productora encargada del diseño y ejecución del evento.
La edición de 2025, que acaba este fin de semana, deja así un listón difícil de superar, tanto en cifras de asistencia como en calidad artística. El evento ha demostrado su capacidad para consolidarse como un escaparate privilegiado para Fuerteventura, atrayendo turismo, generando empleo y proyectando la marca insular más allá del circuito regional.