Un nuevo telón de acero se extiende por parte del espacio aéreo europeo tras la invasión rusa de Ucrania. Si las aerolíneas ya tenían prohibido sobrevolar Ucrania, pero también países como Moldavia, Bielorrusia y parte de Rusia por motivos de seguridad, ahora una decena de países europeos ha aprobado restricciones en su territorio a las compañías rusas, como Aeroflot. En respuesta, Rusia ha hecho lo propio con compañías de estados que, alegan, están apoyando a Ucrania.
España procederá al cierre del espacio aéreo a las aerolíneas rusas.
Siguiendo las directrices de cooperación marcadas por la Unión Europea, esta medida tendrá efectos en los vuelos operados por las aerolíneas rusas que usen el espacio aéreo español.
— Ministerio Transportes, Movilidad y A. Urbana (@mitmagob) February 27, 2022
Esto significa que mientras que las aerolíneas de estos tres últimos y de los países bálticos tampoco podrán sobrevolar Rusia.Además, compañías como Lufthansa o British Airways han dicho que no sobrevolarán espacio ruso. España y Francia acaban de anunciar que se suman a la medida, así como Italia y Bélgica.
Alemania dijo ayer que está preparando el cierre de su espacio aéreo a vuelos comerciales de las aerolíneas rusas, en castigo por la invasión. Harán lo propio Finlandia e Irlanda (que se han sumado este domingo) y los países bálticos, que son precisamente los que están asumiendo parte del tráfico desviado por el cierre de Ucrania, Moldavia y Bielorrusia. La alemana Lufthansa ha anunciado también que no sobrevolará el espacio aéreo ruso en los próximos siete días.
Letonia, Estonia y Lituania sólo permitirán a las aerolíneas rusas entrar en su espacio aéreo para aterrizajes de emergencia y vuelos humanitarios. «Las sanciones y restricciones serán más exitosas si son amplias y generales. Por eso, Letonia decidirá sobre posibles acciones en coordinación con los otros Estados bálticos, Lituania y Estonia», señaló el ministro de Transporte letón, Talis Linkaits, en un comunicado.
Los países Bálticos ya habían prohibido desde la primavera pasada los vuelos comerciales desde Bielorrusia después de que el presidente bielorruso ordenara desviarse a Minsk, la capital, a un avión de Ryanair que cubría la ruta Atenas-Vilna para arrestar al periodista de la oposición, Roman Protasevich.
Rusia, por su parte, ha cerrado su espacio aéreo a los aviones vinculados con Bulgaria, Polonia y República Checa, Letonia, Lituania y Estonia por «las decisiones no amistosas» de estas autoridades «, declaró el regulador aéreo ruso Rosaviatsia. Este cierre afecta también a los vuelos en tránsito.
Este cierre parcial y selectivo de parte de los cielos europeos supone un nuevo golpe para un sector aéreo que empezaba a sacar la cabeza después de dos años de pandemia. Ha sido el sector más afectado por las restricciones a la movilidad y el desplome brutal del tráfico de pasajeros.
Ahora se une la guerra, que arroja más incertidumbre, no sólo por todos estos cierres, sino por la posibilidad de que se contraiga la demanda y caigan las reservas de cara al verano, y por la subida del precio del petróleo, que también tiene un impacto en las cuentas de resultados de unas aerolíneas que, en algunos casos, ya resisten gracias a los rescates públicos de sus respectivos gobiernos.