Al muelle de Puerto del Rosario también le ha tocado lidiar con la Covid-19, que ha hundido la economía de Canarias tras llevar a cero su principal sector: el turismo. El Muelle de Puerto del Rosario se encuentra en una situación máxima gravedad. El encarecimiento de los fletes asfixia aún más al sector comercial y se traduce en una subida de casi todos los bienes que se consumen en Fuerteventura. Electrodomésticos, muebles, ropa, vehículos, calzado… son objeto de la subida..
Dailos Rodríguez, responsable de Logísticas Pedrín, y Lorena López (Nueva Canarias Fuerteventura) han participado en ‘El Magacín de Nuria González’, para explicar los esfuerzos que hace que los empresarios del muelle de Fuerteventura no necesitan un depósito aduanero, «lo que necesitamos los empresarios del muelle, además de los grandes importadores, es que la entrada de mercancía se abarate».
Frente a las 10 navieras que operan en Lanzarote, solo dos trabajan con Fuerteventura. A su vez, el muelle de Puerto del Rosario cuenta con dos estivadoras, una de ellas pública, que actúa de forma imperativa, «cualquier naviera que quiere operar con el Muelle capitalino tiene la obligación de trabajar con la estivadora pública que a su vez obliga a pagar un número de contenedores que genera un sobrecoste excesivo«. Esta situación de desigualdad podría solucionarse a través de los representantes majoreros en la Autoridad Portuaria, «está muy bien Tarfalla o mejorar la entrada pesquera, pero lo primordial es que necesitamos abaratar los fletes».
Lorena López, Secretaria de Comunicación de Nueva Canarias Fuerteventura y experta en el sector, «el Puerto debe ayudar a acoger a las empresas que vienen de fuera. Hay varias empresas que están deslocalizadas y pueden distribuir a tienda final que no la están haciendo por un tema de sobrecostes -que puede superar los 1000 euros- y deciden implantarse en Gran Canaria o Lanzarote porque no encuentran contexto económico propicio para que se quieran implantar»
El año 2020 ha sido atípico por la pandemia y se ha demostrado la fortaleza del puerto de La Luz y de Las Palmas, infraestructuras que cuentan con mejoras que nada tienen que ver con la situación de Fuerteventura o Lanzarote que son tráficos cautivos, y han caído casi un 30% y Salinetas, que está muy vinculado con la importación de crudo para la aviación y que ha descendido casi un 40%.