Todos los años alrededor de estas fechas, el cielo nos tiene preparados un espectáculo astronómico el cual nos deja boquiabiertos. Este fenómeno es la lluvia de las perseidas, o también popularmente conocido como «lágrimas de San Lorenzo», debido a la proximidad del máximo de la lluvia de meteoros al 10 de agosto. Día de la festividad del mártir español del mismo nombre.
El máximo de las Perseidas tendrá lugar el próximo 12 de agosto entre las 14:00 y las 17:00, hora canaria, según el Instituto Geográfico Nacional. Además, coincide con el cuarto creciente de la Luna y no será un buen año para su observación. Pero no existe problema ya que es una lluvia fuerte y suele presentar picos de actividad fuera del máximo. Por lo que en las noches en torno a esa fecha se podría apreciar un buen número de meteoros.
Su momento de máxima actividad habitualmente se ve entre las noches del 11 al 13 de agosto. Pero las perseidas se pueden comenzar a ver hacia el 17 de julio y terminan alrededor del 24 de agosto. Su alta actividad, junto con las condiciones atmosféricas favorables para la observación durante el verano boreal, hace de las perseidas la lluvia de meteoros más popular. Y además, la más fácilmente observable, de las que tienen lugar a lo largo del año.
Dónde ver la ‘lluvia de estrellas’
El lugar de observación puede ser cualquiera, con tal de que proporcione un cielo oscuro. Preferiblemente, un sitio que tenga pocos obstáculos para la vista, sin usar instrumentos ópticos.
Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna.
¿Por qué suceden?
Los cometas, según describen sus órbitas alrededor del Sol, van arrojando al espacio un reguero de gases, polvo y escombros (materiales rocosos) que permanece en una órbita muy similar a la del cometa progenitor.
Cada cometa va formando así un anillo en el que se distribuyen numerosos fragmentos. Cuando la Tierra se encuentra en uno de esos anillos, algunos fragmentos son atrapados y caen a gran velocidad a través de la atmósfera formando una lluvia de meteoros.