Voces, gritos y altercados entre los ocupas que desde hace varios meses se han instalado en las viviendas abandonadas de Playa Blanca, en Puerto del Rosario.
En esta ocasión, en torno a la medianoche un grupo compuesto por hombres y mujeres gritan y corren por los alrededores. Los vecinos de las zonas colindantes, acostumbrados a estos percances, tratan de averiguar qué está sucediendo. Las calles de esta urbanización no cuentan con farolas.
Dos coches de Policía Nacional acudieron a la zona tras la denuncia por una posible agresión con vidrios y otros objetos. Uno de los ocupas salió a recibir a los efectivos policiales con una barra de hierro de más de un metro de longitud, según constantan las fuentes a Onda Fuerteventura. Los agentes registraron sus pertenencias.
No es la primera vez que los ‘okupas’ de Playa Blanca montan una noche de gritos y agresiones como la de esta semana, en la que se escuchaba el ruido de los cristales por las ventanas.

