Inseguridad, delincuencia, robos, agresiones e infraestructuras en grave riesgo por falta de mantenimiento, son algunas de las denuncias de los vecinos residentes en Costa Calma.
Omar se ocupa del club de fútbol y de incentivar las actividades deportivas en esta localidad turística, «los niños que no practican deporte están siempre en la calle y hay puntos de venta de droga dentro del palmeral, punto de encuentro habitual de intercambio de drogas, que junto a otra zona comercial (Pi & Pi) se convierten en lugares muy peligrosos para nuestros jóvenes por la nula presencia policial», explicó en ‘El Magacín de Onda Fuerteventura’.
Los vecinos reclaman mayor presencia de las instituciones para transmitirles las necesidades de las zonas más afectadas y plantear soluciones, «no tenemos centros culturales, ni espacios para mayores, ni siquiera un Centro de Salud, únicamente contamos con un Consultorio, esto significa que no hay médicos de forma permanente. Hemos logrado, por primera vez en 20 años, contar con una ambulancia. Además, pagamos el precio más alto de Canarias por el suministro de agua», lamenta.
Urgen a los representantes institucionales a que resuelvan los problemas de movilidad en el barrio, tanto peatonal como rodada, y denuncia, el abandono de las infraestructuras, «se ha caído una parte del techo del campo de fútbol en La Pared, sin embargo no está precintado. No entendemos por qué no se soluciona la recepción de las nueve urbanizaciones que siguen siendo privadas, el promotor no cumple con los servicios básicos de agua, limpieza, alcantarillado, asfaltado….y el ayuntamiento, tampoco».
Residentes y empresarios llevan décadas pidiendo servicios básicos que no llegan. Para ello, hay que impulsar planes especiales que no se materializan.
De los 6.000 habitantes que tiene Costa Calma de forma permamente, pasa a superar los 45.000 e incluso rondar los 50.000, en el periodo estival. Un filón turístico que se quiere explotar al máximo. Los vecinos, resisten como pueden sin las medidas de seguridad necesarias, la oleada de robos y agresiones de las últimas semanas es otro de los síntomas de que necesitan mayor protección.
Peligrosa oleada de atracos y agresiones en los hoteles de Costa Calma