La Vuelta a España se ha visto obligada a cancelar la llegada de su última etapa en Madrid por las protestas propalestinas. A su llegada a la capital, el pelotón ha tenido que detenerse en diferentes tramos y, finalmente, pasadas las 18:30 horas, la organización ha dado por concluida la carrera mientras los manifestantes desmontaban el circuito final.
El primer parón ha sido a la altura del Palacio Real, donde la dirección de la carrera inicialmente había neutralizado la competición después de que un pequeño grupo de manifestantes cortase la calle a la altura del Paseo de la Virgen del Puerto con una pancarta, llegando incluso a provocar un enfrentamiento físico con un ciclista.
En ese momento un enorme grupo de manifestantes cortaba en Gran Vía el circuito al que los ciclistas tenían que dar nueve vueltas por el centro de la ciudad y que en ese momento se encontraba vacío. El corte ha empezado por Callao al grito de “que viva la lucha del pueblo palestino” y ha ido avanzando por la Gran Vía en dirección a Cibeles, donde estaba situada la meta y el podio para la entrega de trofeos.
A su paso por la Gran Vía los manifestantes han ido echando abajo las vallas que delimitaban el circuito, lo que impedía que el pelotón pudiera recorrer el circuito planificado inicialmente y obligaba a la cancelación definitiva.
Después ha sido imposible que los ciclistas continuaran con el recorrido y la organización tomaba la decisión de cancelar, mientras el líder de la general se metía en un coche de equipo. En ese momento, la protesta ya convertida en manifestación que bajaba por la Gran Vía se encontraba con otro grupo en la calle Alcalá, que venía de la zona del Paseo del Prado. “El pueblo unido jamás será vencido”, gritaban los participantes en la protesta.
Hasta el momento de cancelar, la intención de la dirección de La Vuelta era que el recorrido terminase con el paso de los ciclistas entre la Glorieta de Neptuno y Colón pero evitando la llegada a la meta original que estaba situada en la Glorieta de Cibeles. Pero las múltiples invasiones del recorrido, que también han tenido lugar en las cercanías de Atocha, con algunas cargas policiales, han derivado en la cancelación final sin posibilidad de que los corredores llegaran como en ediciones anteriores a la plaza donde se encuentra el Ayuntamiento de Madrid.