COMUNICADO DE CONTIGO ANTIGUA

Contigo Antigua acude esta semana a El Castillo, para denunciar el estado en que se encuentra el pueblo que una vez fue núcleo de turismo en el municipio.

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El presidente de la agrupación, Jesús Blanco junto a su candidato Giuseppe Signorino y demás afiliados, recorren las calles y hablan con los vecinos, dándose cuenta que nuestro alcalde debe pensar que El Castillo no entra en su jurisdicción. Aceras con adoquines desaparecidos o completamente rotos, carreteras que no deberían ser transitadas por el peligro de los baches que presentan, zonas de césped que parecen pasto para animales, plantas y palmeras sin cuidado (de las cuales sus raíces han levantado asfalto, aceras y en un caso ha afectado a las tuberías de una vivienda…), escombros por las calles, incluso hemos podido ver como en pleno parking público han puesto una fila de contenedores (sólo vidrio y cartón) obstruyendo el acceso a varias plazas de aparcamiento.

Acudimos a la llamada de un par de vecinos que ante la negativa o falta de atención del ayuntamiento, piden nuestra ayuda. Una residente de la avenida Angel Jove nos cuenta que ha pedido la colocación de unos reductores de velocidad tanto en la zona superior como en la inferior de su calle, pues los coches circulan a unas velocidades muy altas, lo increíble fue que en medio de la explicación presenciamos precisamente como un vehículo pasaba volando a pocos metros de nosotros. Afectada nos comunicó que recientemente había perdido a su gato por un atropello, por lo cual volvió a insistir al ayuntamiento pero con otra respuesta negativa.

Otro vecino de la calle Tibiabin en febrero pidió la retirada de una palmera de un lateralexterno de su vivienda, las raíces estaban afectando sus tuberías. Después de pedirle que explicase el motivo, días después acuden y para su sorpresa sólo le cortaron las hojas. Tuberías dañadas por raíces, solución, cortar las hojas… Volvió a pedir la retirada de la palmera y ya más tarde procedieron a talarla, pero en vez de llevársela la dejaron arrimada a la calle y ahí continúa a día de hoy.

Por último acudimos a la gran playa del Castillo, una magnífica extensión de tierra mezclada con algo de arena, piedras dispersadas por medio y la costa. Perfecto para tener una caída tonta y dejarte ahí los dientes. Los carteles de señalización oxidados, quemados y apenas leíbles. Una playa enorme que dispone de dos casetas de salvamento que siempre están cerradas, cuyo salvavidas nos cuenta ante la pregunta de si disponen de un desfibrilador para las emergencias, que está guardado en un container colocado lo más lejos posible de la costa.

Una playa cuya única ducha es de pies que está cerca de los baños. Cuyos baños «públicos» tienen un horario de 10:00 a 17:00, pero nosotros estuvimos pasadas las diez y seguían cerrados. Dichos baños disponen de cuatro habitáculos, sólo dos están capacitados como baños y los dos incluyen barras para los discapacitados como un todo en uno.