El Sistema Nacional de Salud financia por primera vez la vareniclina y el bupropion, dos tratamientos farmacológicos para dejar de fumar. Estos dos productos vienen a complementar otros apoyos que ya se vienen ofreciendo desde las consultas de Atención Primaria, recuerda el Ministerio de Sanidad.
De esta forma, desde el año que acaba de comenzar van a estar disponibles en la prestación farmacéutica tanto bupropion como la vareniclina (registrada con el nombre de ‘Champix’), tras los últimos acuerdos alcanzados en la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos del Ministerio de Sanidad.
La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones, María Luisa Carcedo, ha destacado que este es «un paso importante» en el abordaje del tabaquismo. «El éxito en la cesación tabáquica en personas que lo hacen sin ayuda es del 5% frente al 30-40% en aquellas que siguen un tratamiento farmacológico específico y cuentan con apoyo psicológico», ha explicado.
Dentro de las medidas incluidas en este documento se encuentra la inclusión del abordaje del tabaquismo en la cartera de servicios de Atención Primaria. «El 70% de la población acude al menos una vez al año a su médico de familia, los pacientes fumadores con más frecuencia, y ello ofrece una importante oportunidad para aconsejar, motivar y proporcionar ayuda eficaz a quienes hayan decidido dejarlo», ha subrayado la ministra.
El Ministerio recuerda que, para que la prescripción de estos medicamentos se pueda llevar a cabo, es necesario que las comunidades autónomas, el Ingesa y las mutualidades, en sus respectivos ámbitos de competencias, elaboren, desarrollen, implementen o adapten un programa de apoyo individual y/o grupal de deshabituación tabáquica en el que se definan aspectos, como por ejemplo, el personal sanitario implicado o la estrategia de intervención.
En cualquier caso, detalla que la prescripción de estos tratamientos se producirá a través la receta electrónica para pacientes que estén incluidos en ese programa de apoyo individual y/o grupal y además cumplan los criterios establecidos: tener motivación expresa de dejar de fumar constatable con al menos un intento en el último año, fumar diez cigarrillos o más al día y tener un alto nivel de dependencia, calificado por el test de Fagerström igual o mayor que 7.