El Congreso debate este jueves el decreto de ahorro energético, que también contiene medidas para el transporte y otros puntos sobre las becas para el estudio. En el apartado del transporte, la ministra del ramo, Raquel Sánchez, ha anunciado que tanto la mascarilla como la toma de temperatura dejan de ser obligatorias en los aeropuertos: su uso pasa a ser solo una recomendación.
La mascarilla es obligatoria en los vuelos comerciales desde el verano de 2020. Aunque el pasado 11 de mayo la Agencia Europea de Seguridad (EASA) y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) retiraron la recomendación de que fuera obligatoria en los aviones, quedó en manos de cada país y aerolínea la decisión de retirar o mantener la medida. España no ha variado su criterio, de tal forma que sigue siendo obligatorio usarla en los vuelos con origen o destino en nuestro país.
Sin fecha para el fin de la mascarilla en el transporte público
Respecto a la retirada de la mascarilla en el transporte público, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, no se ha aventurado a dar una fecha. Preguntada por el tema tras el Consejo de Ministros del pasado martes, Darias llamó a mantener la prudencia, pese a que «estamos en una etapa final de la pandemia» y dejó en manos de «las personas expertas» la posibilidad de un cambio de criterio. «Ya prácticamente hacemos vida normal y la mascarilla ha sido un elemento protector-barrera muy importante. Siempre hemos ido de la mano de los expertos y así va seguir siendo», afirmó la titular de Sanidad.
Debate sobre el decreto de ahorro energético
Más allá del uso de mascarilla en los aeropuertos, el decreto que se debate este jueves incluye el apagado de los escaparates desde las 22:00 horas y limitar la temperatura en recintos refrigerados a no menos de 27 grados y en los que tengan calefacción de hasta 19 grados, aunque desde el Gobierno matizaron que la temperatura en los locales refrigerados podría ser del “entorno” de los 25 grados.
El plan que propone el Gobierno se enmarca en la estrategia de la Unión Europa para reducir el consumo energético en plena invasión rusa de Ucrania, ante la posibilidad de que en los próximos meses el suministro de gas ruso pueda verse afectado. «La situación es crítica porque se puede producir un corte del gas procedente de Rusia en cualquier momento», defendía el pasado 1 de agosto vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.