El Real Madrid ha ganado su 35ª liga tras ganar a lo grande al Espanyol por 4-0. A falta de cuatro jornadas para el final de la temporada, el equipo blanco se ha asegurado matemáticamente el título.

El partido de este sábado en el Benabéu ha sido ya una fiesta de campeonato.

Carlo Ancelotti dispuso una alineación plagada de habituales suplentes, obligado por las lesiones en la zaga y la necesidad de dar descanso a algunas de sus figuras de cara a la vuelta de las semifinales de la Champions ante City, en la que estará obligado a remontar una semana después de su derrota en Mánchester.

Los blancos salieron con calma y la grada tuvo un primer gesto bonito. En el minuto 7, además de recordar a Juanito, esta vez la afición merengue coreó también el nombre de otra leyenda viva del club, Cristiano, que recientemente comunicó el fallecimiento de un hijo recién nacido.

Doblete de Rodrygo

La primera gran ocasión fue del Madrid, con un remate de cabeza de Mariano al palo, tras una prolongación de Casemiro a un balón a la olla de Ceballos. Pero hasta pasada la media hora de juego no se movió el marcador cuando entró en acción un inspirado Rodrygo.

El atacante hizo un buen control a pase de Marcelo dentro del área y rápidamente se sacó un disparo cruzado medido para hacer el 1-0. La conexión brasileña entre el superveterano y el joven fue celebrada doblemente por el público.

Diez minutos después, en el 43, los pericos fallaron en la salida de balón ante la presión de Mariano. Rodrygo ganó el balón y con otro gran chut batió a Diego López para hacer un doblete y dejar las cosas bien encaminadas antes del descanso.

En la segunda parte el Espanyol salió con mucha más intensidad y generó dos ocasiones seguidas a balón parado.

Pero en un contraataque el partido quedó sentenciado en el 55. Camavinga condujo el balón, asistió a Asensio y este definió muy bien cruzando el balón ante la salida de Diego López.

Vinicius y Benzema se suman a la fiesta

Con la victoria ya en la mano, Ancelotti dio la oportunidad de que los protagonistas de esta liga que se habían quedado en el banquillo se sumaran a la fiesta, al tiempo que dio descanso a Casemiro, que jugó como central esta vez.

Karim Benzema, al poco de salir, asistió a Isco y este mandó el balón a la red, pero el VAR avisó de un fuera de juego y el que hubiera sido el cuarto tanto fue anulado.

Pero los dos se sacaron la espina con la colaboración imprescindible de Vinicius, que también salió de refresco poco después. Isco buscó la internada del brasileño a la espalda de la defensa y con un gran temple este le dio un pase de la muerte a Benzema para que el pichichi de la Liga sumara un gol más y pusiera el colofón. Alirón, el Madrid es campeón.