La Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas,
junto a funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, ha
finalizado el pasado mes de junio la operación Torpedos, desarticulando un
grupo criminal dedicado a la introducción y extracción de sustancias
estupefacientes (cocaína) del recinto portuario del Puerto de La Luz.
La cocaína llegaba directamente desde Sudamérica oculta en el interior de
contenedores marítimos, los cuales una vez en la terminal portuaria eran
forzados para acceder a los fardos de droga.
Intento abortado
El 29 de octubre del pasado año el Destacamento Fiscal del Puerto de La
Luz recibe un aviso sobre las 23:00 horas, por parte del personal de
vigilancia de la terminal de contenedores OPCSA, sobre un grupo de
personas que han forzado los precintos de un contenedor y que, al ser
sorprendidos, emprendieron la huida precipitadamente dejando por el
camino una bolsa con 20 kilogramos de cocaína.
Inmediatamente se activó un dispositivo de búsqueda para localizar a los
supuestos autores, localizando momentos después, oculto en la escollera
de la Avenida Marítima, a un varón de nacionalidad española y residente en
Las Palmas de Gran Canaria, junto con dos Seascooter o propulsores de
buceo – dispositivos utilizados para la extracción y huida del recinto portuario
Posteriormente los investigadores inspeccionaron el citado contenedor
marítimo, localizando otros 150 kilogramos de cocaína en el interior de la
mercancía, en este caso sacos de azúcar.
Investigación
A raíz de dicho suceso el Equipo contra la Delincuencia Organizada y
Antidrogas (EDOA) comenzó la mencionada operación para localizar al resto
de la banda que intentó introducir los 170 kilogramos de cocaína, así como el
entramado criminal que se escondía detrás de este hecho, iniciándose así la
Operación “Torpedos”.
Durante el proceso que duró la investigación el EDOA observó que varios de
los investigados se desplazaban por diferentes puntos del territorio nacional
para localizar los medios necesarios para la comisión del delito y
posteriormente procedían al robo de los mismos, como fue el caso de los
Seascooter o propulsores de buceo, que fueron localizados por la
organización en la isla de Ibiza, robados y trasladados vía marítima hasta
Gran Canaria, para el desarrollo del plan previamente elaborado.
Explotación de la operación
Fruto de la compleja investigación realizada y bajo el amparo del Juzgado de
Instrucción nº 6 de Las Palmas de G.C., los investigadores explotaron la
operación a finales del pesado mes de mayo, deteniendo e investigando al
resto del grupo criminal, conformado por ciudadanos residentes en la citada
isla.
De esta forma se pudo desarticular un grupo criminal afincado en la isla de
Gran Canaria, del cual se destaca su alta sofisticación y poder económico,
así como el empleo de medios materiales de avanzada tecnología como
scooter acuáticos para la comisión de los delitos.