El número de plazas ofertadas por las aerolíneas para este verano ha aumentado y es solo un 4,9% inferior al que se ofertó en la campaña de 2019. Las compañías se preparan para cualquier eventualidad ya que este aumento no se corresponde con la confianza real de cara a la recuperación turística.
Según Promotour, en cifras concretas, 4,13 millones de asientos son los que se han puesto a la venta en comparación con los 4,34 que se pusieron en el año anterior a la pandemia. La diferencia entre ambos años de solo 213.609 billetes.
Si el foco se hace al mercado nacional, la oferta para desplazarse entre la Península y el Archipiélago ha aumentado un 5,3%. El mercado extranjero justo experimenta lo contrario. En las conexiones con otros países, la oferta de plazas ha caído un 10,1%.
Las cifras de conectividad en vigor hasta la pasada semana registran caídas de solo el 7,8% (105.375 plazas menos) en el mercado británico, y del 5,5% en el alemán (31.682 menos). Se observa además, cómo las aerolíneas realizan sus programaciones en función de las restricciones que fijan los gobiernos. La Haya (Países Bajos) fue de los primeros en eliminar trabas para desplazarse al Archipiélago y tiene un 31,2% más de plazas ofertadas que en el verano de hace dos años.
Que la oferta de plazas aumente no tiene que significar que todos los asientos se acaben llenando pero las aerolíneas tienen que jugar sus cartas para poner en marcha sus aviones y empezar a recuperar la economía de este sector que se ha visto tan sacudido por la COVID-19.
