Nuevo altercado por conseguir una hamaca en un hotel. El último episodio ha ocurrido en un hotel de Corralejo, en Fuerteventura, donde las hamacas están contadas y de ello da cuenta una familia procedente de Albacete.
Santiago viajó a la isla con su mujer y sus dos hijas para pasar unos días de vacaciones que se vieron empañados por una presunta agresión que tuvo lugar el lunes de la semana pasada en la piscina del alojamiento que habían reservado.
Según explica el varón a Diario de Avisos, su esposa y sus dos hijas decidieron ir a la piscina después de comer mientras él aprovechaba para echarse la siesta. Santiago dice que su mujer se sentó en una tumbona que estaba vacía; momento en el que se le acercaron dos británicos y empezaron a insultarla. «Tomaron por costumbre que las hamacas que estaban delante de su habitación eran suyas», argumenta al citado diario.
«Para echarla, uno de ellos le volcó la hamaca, que le cayó encima del pie», añade. Ella, que no habla ni entiende inglés, se asustó al no saber qué estaba pasando. Sus hijas tampoco. Según el testimonio de Santiago, otros huéspedes del hotel reprocharon inmediatamente la actitud violenta de los dos turistas extranjeros.
Por su parte, las jóvenes le enviaron un WhatsApp a su padre para decirle que bajara a la piscina: «Papá, baja que le están pegando a mamá». Santiago bajó y, al momento, apareció la Guardia Civil, que tomó los datos de su familia, así como de los presuntos agresores y, también, de la socorrista.
Ante este escenario, Santiago asegura que desde el hotel no se hicieron responsables, en ningún momento, del altercado. Es más, explica que esa misma mañana, antes de que esto sucediera, el gerente del hotel le había dicho que «no se iba a enfrentar a los ingleses». Y es que el huésped ya había advertido de que faltaban hamacas, recibiendo respuestas contradictorias. Una situación por la que presentó una hoja de reclamacion.
Tras el incidente, esta familia de Albacete optó por cenar fuera del hotel. «Estábamos acojonados», detalla, al tiempo que añade que contactaron con la agencia de viajes para que les cambiara de establecimiento.
Según Santiago, el hotel «no tomó medidas contra los agresores y a nosotros nos trataron con desprecio. De hecho, nos tuvimos que ir porque teníamos miedo de que nos pegaran o cualquier cosa».
Los afectados piensan denunciar los hechos en Albacete. «Iremos a que le hagan un parte de lesiones a mi mujer, que le duele el tobillo y la espalda, y pondremos una denuncia».