Antes de las fiestas navideñas, en pleno mes de diciembre, los vecinos del Barrio de El Charco, en Puerto del Rosario, se levantaban con la alegría de ver, por fin, una nueva apuesta de la consejería de Turismo, liderada por Jessica de León, en la zona.

En esta ocasión se trata de la Feria Gastronómica Saborea Fuerteventura, antes fue la celebración de los Premios Distinguidos del Turismo en la edición 2021. El ayuntamiento de Puerto del Rosario ha colaborado limpiando la zona, que llevaba abandonada durante algún tiempo, ahora la primera edición de la Feria Gastronómica ha acondicionado el espacio dejando ver un enclave con gran potencial. Óscar Hernández, vecino muy conocido en la zona, mostró nuevamente su “satisfacción” en los micrófonos de Onda Fuerteventura y ha destacado que, tras “mucho luchar”, por fin todos los vecinos empiezan a ver la luz al final del túnel «estamos orgullosos de nuestro barrio, somos conscientes del potencial que tenemos y nos gustaría recuperar el esplendor comercial que lo caracterizaba».

Asimismo, ha querido agradecer a todas las instituciones, por su implicación y dedicación en esta visibilidad, una demanda que inició en su día la presidenta de la asociación Mariola Ceballos, y que varios años después empieza a materializarse con la elección de este enclave portuense para eventos importantes. Se espera que los vecinos actúen con responsabilidad y la ubicación elegida sea cada vez sean más notoria para otros eventos y para la visibilidad de los restaurantes y comercios establecidos.

Las Reclamaciones

Entre otras cosas, los vecinos llevan años reclamando la inauguración de los parques infantiles para que los niños puedan jugar y no tengan que irse a otro punto de Fuerteventura. Además piden menos abandono institucional en la limpieza y acondicionamiento de parques y jardines.

Los vecinos reclaman el regreso de eventos comerciales como el conocido «Sal por El Charco» o las tradicionales actividades navideñas como la celebración del Paje real. Es de las pocas barriadas de Puerto del Rosario que aun mantiene la cercanía y ‘confianza’ vecinal, en palabras de Óscar Hernández, «en nuestro Barrio sabemos cuando algún vecino está enfermo o triste y nos seguimos preocupando los unos por los otros», explicó.