Tal y como había adelantado el INE hace dos semanas, los carburantes y los alimentos son las dos categorías que más se han encarecido en el último año. El gasóleo se ha encarecido más de un 42% en el último año y la gasolina es un 34% más cara, después de encarecerse solo durante el mes de junio un 10%. Los carburantes han cogido el relevo de la electricidad como principal motor de la subida de los precios, aunque la luz sigue también mucho más cara que hace un año: según el INE su precio ha subido un 33% en el último año.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) subió en junio en Canarias un 1,5% con respecto a mayo, con lo que la inflación interanual se sitúa en las islas en el archipiélago.
Junio se confirma como el mes con la inflación más alta desde mediados de 1985. El Instituto Nacional de Estadística ha confirmado que los precios subieron el mes pasado un 10,2%, rebasando la barrera psicológica de las dos cifras y reafirmando la senda de subidas que rompe con los pronósticos que gobiernos y economistas habían anunciado hace tan solo dos meses. Y generando la sensación de que esta racha de subidas de los precios no está, ni de lejos, cerca de su fin
Aunque lo que empieza a preocupar es cómo se están encareciendo los alimentos que, en general, son ya un 13,3% más caros. Las pastas, el aceite de oliva, la mantequilla, la leche, los huevos o las salas son un 20% más caros que el año pasado y todo ello sigue elevando la inflación subyacente hasta el 5,5%, su nivel más alto en más de dos décadas.
A todo esto hay que sumarle la subida de precios turísticos a las puertas del verano, que también contribuye a estas cifras históricas de inflación. Según el INE, el precio de los hoteles ha subido un 45% en junio en comparación con el del año pasado. Y los paquetes turísticos se han encarecido un 17% solo en el último mes.
Un sobrecoste de 3.500 euros por familia
La subida de la inflación tendrá un impacto directo sobre la economía de las familias, que tendrán que desembolsar, de media, 3.552 euros más de su presupuesto anual para costear los mismos productos. Este es el sobrecoste que supone la subida de los precios sobre el gasto de un hogar medio, medido según los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE.
Más de la mitad del sobrecoste será para pagar gastos de la vivienda como la luz, el gas o el alquiler, una partida que se encarece un 19% en el último año y que obligará a pagar casi 1.900 euros en el último año. Pagar los alimentos, que son el segundo grupo que más se ha encarecido, obligará a las familias a gastar 620 euros más al año. Y el transporte también cuesta casi 620 euros más al año para una familia.